Cuando el planeta Tierra todavía era una masa incandescente,
los elementales ya estaban presentes ayudando a los Devas (Arquitectos cósmicos
y Espíritus superiores) a planear la construcción y la futura vida en nuestro
bello planeta.
La tierra es el más denso de todos los elementos. Representa
la nutrición, la protección, la estabilidad y la disciplina. Los elementales de
la tierra son los gnomos, guardianes incansables de los tesoros de la tierra.
Habitan en las profundidades de la tierra y en las minas y son conocedores de
los secretos de la tierra. Desde el tinte de una simple flor hasta la creación
de grandes cavernas, los gnomos siempre han sido los guardianes de gran parte
del mundo natural.
Ellos trabajan con los humanos principalmente a través de la
Naturaleza. Proporcionan a cada aspecto de la Naturaleza su propia energía. De
este modo cada árbol, flor o roca tiene algo que enseñarnos.
Los cabalistas aseguraban que los cuatro elementos: la
tierra, el fuego, el agua y el aire se agitaban gracias a los seres invisibles
que animaban estos elementos. Según ellos los gnomos habitaban en el interior
de las grutas llenas de estalactitas y eran los guardianes de las minas de oro
y plata.
Los gnomos provienen de una raza antigua, tan viejos como
las piedras que habitan y a menudo toman las costumbres y apariencia de los
lugares en los que viven.
Son unos seres diminutos con una gran longevidad: su
promedio de vida está entre los 450 y 500 años.
Tienen un olfato muy desarrollado y poseen el don de la
telepatía.
Son trabajadores, alegres y muy sabios. Trabajan con el
reino mineral, animal y con la humanidad.
Hubo un tiempo en el que existió una gran conexión entre los
gnomos y los humanos. Las normas de esta íntima relación eran sencillas y
comprensibles: “la bondad forja la bondad” y “la crueldad forja la crueldad”.
Desgraciadamente, cuando los humanos se volvieron más “civilizados”, comenzó la
burla sobre los gnomos. Esta mofa les apartó del contacto humano.
Donde antes existía un pueblo unificado, comenzó a dividirse
y separarse. La burla humana aumentó y muchos gnomos se volvieron recelosos de
cualquier contacto humano y otros permanecieron cercanos a los humanos, siendo
leales a algunos humanos.
Los elementales aman a las personas naturales, de mente
sencilla y que son como los niños: inocentes y sinceros. Cuanta menos vanidad e
hipocresía haya en el hombre, más fácil le será acercarse a él. Pero si es al
contrario, se vuelven reservados y esquivos como un animal silvestre.
Los elementales nos piden patrones de paz y amor que ellos
puedan imitar y reflejar hacia el
exterior. Debemos agradecer diariamente la bendición de los elementos y de todo
lo que nos rodea en nuestras vidas.
Existen, junto a los enanos, muchos tipos de hadas y elfos
que también trabajan con la tierra y sus elementos. Trabajan, entre otras
cosas, ayudando a que las cosas crezcan. Todavía no nos percatamos de la gran
cantidad de energía que es necesaria para que algo crezca.
La mayoría de estos elementales todavía se esconden de los
humanos y a menudo adoptarán la forma de mariposas y pájaros para no ser
vistos.
CORRESPONDENCIAS DEL ELEMENTO TIERRA
Elementales:
gnomos
Rey elemental:
Ghob
Tipo de energía:
femenina, receptiva
Hora celta:
medianoche
Estación: invierno
Dirección: Norte
Sentidos: oído,
tacto y olfato
Colores: verde y
café
Herramientas: sal
y arena
Instrumentos
musicales: tambores y todos los de percusión
Piedras: ágata,
azabache, jaspe verde, ojo de gato, turmalina verde y negra, turquesa
Metales: plomo
Árboles sagrados:
fresno, ciprés, olmo, madreselva y espino
Animales: arañas,
caballo, perro, gusano, vaca y roedores
Signos
astrológicos: Tauro, Virgo y Capricornio
Hierbas y plantas:
alfalfa, algodón, artemisa, avena, cebada, centeno, helecho, maíz, membrillo,
patchuli, trigo y verbena
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