En Galicia se dice que los Sauces son el escondite de las
hadas.
Es cierto que reúnen todas las condiciones para serlo,
suelen estar cerca de las orillas de los ríos y sus ramas inclinadas hacia el
suelo forman una cortina que permite a esas diminutas deidades estar a salvo de
las miradas de los curiosos. El sauce es uno de los árboles sagrados de los celtas.
La leyenda dice que en los días de lluvia, si pasas cerca de un Sauce no debes
escudriñar nunca por debajo de sus ramas. Las hadas no salen de su escondite
cuando llueve, porque el agua de la lluvia, sobre todo si son aguaceros
fuertes, puede lastimar sus alas e incluso romperlas. Así que nunca salen en
días de lluvia, y si te asomas y ellas están allí, en su refugio, no les va a
hacer ninguna gracia
Las hadas se alimentan de la luz y de la energía del sol y
no pierden ni un segundo cuando el día es luminoso. Ese es el momento en que
puedes acercarte al Sauce, cuando el Sol se coloca sobre él y lo envuelve con
su luz
Se sabe, también, que las hadas tienen un aureola dorada y
van impregnando todo lo que tocan con ella y es posible que las ramas del Sauce
retenga un poco de esa energía y si cortas un pequeña ramita de las que están más
bajas rozando el suelo y la guardas entre tus cosas, algo de la magia de las
hadas se propagara por tu entorno y en tu vida…
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